Autor: Cátedra Emilio Alarcos

Fundada en el año 2001 por el Ayuntamiento de Oviedo en colaboración con la Universidad, la Cátedra Emilio Alarcos Llorach lleva a cabo múltiples actividades, encaminadas no sólo a recordar la figura del insigne filólogo, crítico literario y poeta, sino a que potencien, continúen e impulsen los estudios por él iniciados.

Estudios filológicos

La formación que recibió el joven Alarcos Llorach en la universidad vallisoletana, bajo la supervisión de su padre, estuvo centrada fundamentalmente en el dominio de las lenguas clásicas, así como el estudio de la Lengua y Literatura Españolas. Ya en Madrid, toma contacto con la otra vertiente filológica, es decir, con la Historia del Español, con la Filología Románica, con la Dialectología.

Alarcos realiza su tesis sobre un texto medieval, El libro de Alexandre, obtiene poco más tarde la cátedra de Gramática Histórica de la Lengua Española de la Universidad de Oviedo y a lo largo de su vida impartirá fundamentalmente esta materia. Todo lo hacía bien. Pero si hubo algún rincón de la lingüística en la que se sintiera cómodo y feliz, ese fue el estudio de los textos antiguos. Quien lo conozca por sus publicaciones de Fonología y de Gramática sincrónicas, al examinar su bibliografía quedará impresionado por la cantidad de publicaciones que dedica a autores medievales y clásicos. Aparte de los recursos literarios, en todos estudia las características fónicas, gramaticales y léxicas de su lengua.

A Alarcos le debemos la explicación más sistemática de la evolución fonológica del español y de las lenguas peninsulares. Su estudio sobre la evolución del verbo español es admirable. ¡Cuántas notas léxicográficas salieron de su pluma o de su Olivetti   azul de letra diminuta!.

Su pasión por los textos medievales y renacentistas no le impidió saborear la prosa y la poesía de nuestros contemporáneos. Con su buen hacer y con su decidido compromiso con la modernidad Alarcos ha contribuido a modificar la imagen social del estudioso del lenguaje.  D. Emilio no sólo estudió a Machado y Baroja, sino también a Miguel de Unamuno, Miguel Delibes, Camilo José Cela, Ángel González, Jorge Guillén, José Hierro, Francisco García Pavón, Antonio Muñoz Molina, José Caballero Bonald…

Dialectología

La inquietud que sembró en el joven Alarcos D. Alonso Zamora Vicente germinaría y ofrecería frutos copiosos cuando se instala en Asturias, una de las zonas lingüísticamente más fragmentadas de la Romania. Multiplica sus trabajos sobre léxico y toponimia, realiza estudios sobre rasgos fónicos y gramaticales característicos (metafonía, plurales en –es, etc.).

A la vez, inicia una ejemplar tarea de dirección de otros trabajos de investigación encaminada a continuar trabajos precedentes (Menéndez Pidal, Jesús Neira, Rodríguez Castellanos) con el fin de recomponer el complejo rompecabezas de las hablas de asturias. Fueron pioneras las tesis de M.T.C. García Álvarez (El habla de Bimenes) y de Josefina Martínez Álvarez (Bable y castellano en el concejo de Oviedo), modélica esta última por la renovación metodológica que supuso.

Cuando este amor por las variedades lingüísticas heredadas de los mayores se convierte en ciego apasionamiento, en fiebre de reconstrucción y de recreación de una llingua que no reconocen como propia ni los propios hablantes, cuando se convierte en paranoia social, Alarcos sale a la palestra para defender su opinión contraria a tales excesos (182, 187, 202 y 214). ¡Mal virus ese del ciego nacionalismo, que ni se cura con penicilina, ni con democracia, ni siquiera con razones! A causa de una postura ética, D. Emilio tuvo que soportar impertinencias, insultos, amenazas (incluso de muerte). Cuando ya traspasaba el umbral de la eternidad algunos «prohombres» de la «asturianía» brindaron.

La obra lingüística de Emilio Alarcos

En la valoración de las aportaciones de un filólogo se pueden colocar sobre la balanza magnitudes no siempre homogéneas en naturaleza dificultad de medición tales como: volumen de la obra, renovación metodológica, innovaciones teóricas, descubrimientos puntuales y concretos, repercusiones sociológicas en el ámbito científico, repercusión social….

1. Volumen. Alarcos fue un científico de pensamiento concentrado  y verbo sintético. En setenta páginas era capaz de condensar en genial síntesis, toda la fonología diacrónica de nuestra lengua. En un artículo revolucionario de doce páginas describía la estructura del predicado. A pesar de todo, el volumen , la extensión y la variedad de su obra lingüística es asombrosa. Hemos de bendecir aquellos largos insomnios que tanta luz aportaron a la lingüística y a la filología hispánica.

2. Variedad. No existe campo de la filología hispánica o de la lingüística, tanto teórica como aplicada, en el que Alarcos no haya hendido la aguda reja de su ingenio. Lo mismo cultivó el estudio del léxico que el de la gramática o el de la fonolología. Ninguna época de la lengua, desde las glosas emilianenses y las jarchas hasta la llengua de Muñoz Molina le fue ajena. Ningún género le era desconocido, desde los cantares de gesta hasta la poesía de Ángel González o Blas de Otero, pasando por todo tipo de narraciones. Escribió páginas memorables sobre todas las variedades del español.

3. Coherencia. En todas las manifestaciones de su investigación Alarcos muestra una coherencia metodológica sorprendente. A partir de las teorías estructuralistas de la glosemática y del funcionalimo forja un sistema de análisis que aplica con éxito en los resultados tanto en fonología, como en gramática o en el contenido de textos.

4. Innovación. Ningún autor hispano ha introducido en los estudios del lenguaje tanto germen de novedad, tanta revolución. Ninguno abrió tanto horizonte. Fue pionero en la fonología española, tanto sincrónica como diacrónica; fue renovador indiscutido en los estudios de gramática; modificó desde el humus los estudios de sintaxis; introdujo solidez teórica en la crítica literaria, transformó el estudio de las manifestaciones dialectales… En todas las áreas del saber lingüístico se mostró como un investigador genial y sorprendente.

5. Repercusión. Alarcos ha sido profesor de unos pocos alumnos que tuvieron el privilegio de seguir sus enseñanzas en las aulas de la universidad ovetense. Sin embargo, ha sido el maestro indiscutido de varias generaciones de filólogos. Ningún licenciado habrá podido alcanzar el título sin conocer sus teorías fonológicas, gramaticales, sintácticas… El éxito de la Gramática de la lengua española catapultó su saber y lo hizo conocido e incluso familiar en los extramuros de la lingüística.

6. Fecundidad. La obra de un científico es tanto más fecunda cuanto mayor es el número de investigaciones que genera. Alarcos ha sido un maestro generoso que ha dirigido tesis y otros trabajos de investigación sobre dialectología, historia de la lengua, léxico, semántica, fonología, teoría literaria…. Por otra parte, sus trabajos son punto de partida y referencia inevitable y constante en todas las investigaciones realizadas en el ámbito hispánico durante esta segunda mitad del siglo.

Fernando Aramburu

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El lunes 23 de febrero de 2009 Fernando Aramburu dará una conferencia titulada Relato de relatos o cómo escribí «Los peces de la amargura».

La conferencia tendrá lugar en el Aula Magna del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, a las 19.30 h, y será presentada por el profesor de la Universidad de Oviedo Emilio Martínez Mata.

Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) es poeta, narrador y ensayista español. Los peces de la amargura (2006) es un libro de relatos centrado en las víctimas del terrorismo de ETA, en el que quiso expresar en voz alta la repugnancia sin paliativos que le produce la violencia que se vive y padece en el País Vasco. El libro ganó el Dulce Chacón de Narrativa Española 2007 y el Premio Real Academia Española 2008.

Aramburu es hoy uno de los escritores más respetados por la crítica en España. También en la editorial Tusquets ha publicado Fuegos con Limón, No ser no duele, Los ojos vacíos, El trompetista del Utopía o Bami sin sombra, entre otros títulos.